29 noviembre 2020

LA HUELLA COVID-TRISTEZA.

REFLEXIONES A CORAZÓN ABIERTO.

 Y precisamente ahora y en este momento, la tristeza es tan grande que a veces creo que está en mí y vivo con ella, joder, pero a veces, pesa tanto... tanto, tantoooooooooooooo.

Tengo fortaleza, soy fuerte, cabezona, nunca se puso nada (ni nadie), por delante... me digo a mi misma; pero ese software malicioso que nos invade, que me invade, me doblega, y a veces, por primera vez en mi vida, me siento como una pluma a merced de esta vida loca, loca, loca, que se ha vuelto loca, loca.

Siempre me pasa, intentando sacar la decoración navideña, pero este año no contaba con que me faltara tanta gente querida. PUTO BICHO. LOS COJONES.

Seré un bicho raro yo también, o uno de tantos que pensamos que esto no va a quedar así, que me niego a pensar que sea causa del destino o naturaleza, más bien pienso a diario en culpables, gestiones, falta de unidad y mando, en qué vida les espera a mis hijos, en cómo seguir luchando como gato panza arriba y de paso pienso hasta en chinos.

No es cuestión ya de pensar a cada paso en jugarme mi pellejo y el de los míos, es no tener opciones, hay que seguir y seguir y seguir...

Y si lo confieso, necesito abrazos y ahora no los tengo.

Y si lo confieso, necesito ver a mi madre y mis hermanos, y ahora no puedo.

Y si lo confieso, cada día me acuerdo de ti, papá, que no daría yo por tus caricias de nuevo, tu voz... 

 Y si lo confieso, me duele el dolor mi marido, mi suegra, mis cuñados, el de mis hijos...otra falta más.

Y si lo confieso, necesito a mis amigos y a mis compañeras docentes...los de siempre.

Quizá sea egoista, necesito tantas cosas...

Besos al cielo. TE QUIERO PAPA.💗

  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario, ALMA Y CAPOTE!!!